Era
mejor
Me das
asco, tu expresión anodina me causa repulsión. Esos ojos vidriosos, tremando
ante el exiguo reflejo de la esperanza, no me dan pena me dan rabia. Tus
estulticias y aspavientos te trajeron hasta este momento ¿Qué esperas? ¡Hazlo!
¿Crees qué a alguien le importará? Quizás alguno de tus familiares te lloren
unos días, te recuerden con nostalgia los siguientes, pero al pasar el tiempo
serás solo un tropel de anécdotas, y para tus conocidos será menos que eso, digo
conocidos y no amigos porque nunca lo demostraste como tal no sé si por miedo o
por esa conflagración eterna que existe en tu cabeza que no te permite
entregarte a las personas, salvo una que es la que te tiene aquí ahora frente
mío musitando –quiero despertar-
Haz
convertido este cadalso en una piscina, yo solo quiero ver tu piquero, ese que
tanto haz publicitado a lo largo de estos años ¿Dónde está esa cerrazón? No me
digas que te ha azorado lo que pueda pasar, o más bien lo que no ¿eh? ¿Temes no
ser recordado? Ja, pero hombre debías haber pensado eso cuando tenías ganas de
vivir y tenías tiempo de sobra, ahora estás demorándote más de lo debido, ya
tengo hambre y quiero ir a cenar ¿No es eso? Entonces ¿qué? ¿Lo qué pasara
después? Créeme que cualquier cosa que
pase después será peor que la que esté pasando ahora y lo que ha pasado
últimamente ¿No? ¡Ya deja esos galimatías de lado! No quiero haberme
emperifollado de puro gusto nuevamente, vuelve a tu estado impávido y sombrío
que tanto nos relaja de una vez por favor. ¿No será que quieres despedirte de
nuevo? Pff ya lo haz hecho lo suficiente como para que no te saluden ¿no es eso
tampoco? ¡Entonces! ¡Hazlo! maldita sea, estas futesas no te conducen a nada,
me impacientas. Esta desavenencia solo hará que tenga que encargarme yo mismo
del asunto, para darle fin a este espectáculo vacuo, con presteza. La dama que
me acompañará en mi velada se aburrirá de seguir esperando y el antojo de ñache
comienza a desaparecer de mi estomago.
Mírame
a los ojos, respira hondo y listo. Adiós amargura, chao dolor, hasta nunca
recuerdos aciculares ¿No es eso lo que haz buscado tanto tiempo? Ese pequeño
lapso, de casi 27000 horas, en el que sonreías tanto al parecer te alejo de mí
más de lo que creía. Bueno, en todo caso eso no volverá a ocurrir así que deja
de dudar tanto y termina luego con esto, no quiero ensuciarme pero me estás
obligando a despojarme de mi ropa para ayudarte a disipar tus titubeos.
¿Sientes
lo que escribes?
-
Si, mucho
¿Sientes
lo que vives?
-
No, no lo escucho
¿Te
pierdes con lo que sigues?
-
Si, no sé donde estoy
Entonces
¿Qué esperas?
-
¡Que me dejes en paz! Aunque
sea hoy
Este
tipo de sueños se ha hecho recurrente desde que terminó invierno. Cada vez que
despierto hay un cuchillo de filo ignominioso y brillo melifluo en el velador, velando
por mis salados sueños, cual Ángel de la Guarda, inquieto, esperando sus
vacaciones con ansiedad y cansancio. Me levanto a medias, agarro el cuchillo
por el mango, lo estudio, le sonrío y le susurro ¿Es la hora? Su triste reflejo
responde con un silencio interrumpido por el latir de un corazón delatado. Creo
que debemos pactar un día para que acabe tu angustia, le digo imperturbado al
reflejo que cada vez más expresa su pena en el grisáceo tono de su filo
imperecedero. Creo que es hora de determinar lugar, hora y fecha del fin, para
así poder tener tiempo en organizar mis cosas y despedirme de aquellos que se
lo merezcan. Eso me ayudara a estar bien hasta que lleve a cabo mi último
suspiro, le digo en el mismo tono, observo su reflejo en búsqueda de una
respuesta y obtengo una sonrisa…Noviembre, debe ser en noviembre.
Casi 2
meses para disfrutar mis últimas drogas con este esqueleto, decirle adiós
aquellos que han valido salir de mi pena, abrazar a mi madre, hermano y
hermana, abrazar a mi abuela, tía y primas. Casi 2 meses para irme. Al parecer
lo que más me podría retrasar será grabar mis últimas letras que he compuesto
en este tiempo de tormentas, deberé depender del espacio de mi compañero, para
poder ir a grabar a su casa y ordenar mis temas. Haber salido de la U ayudará
en esto y sobre todo no seguir a mis padres en su emigración al campo, con eso
la casa en la que vivía antes estará esperándome vacía y tendré un lugar en
donde reposar sin afectar con la inmediatez de un adiós al que me vaya a
extrañar, también haber llegado acá, donde Nicolás, será de gran ayuda para
prepararlo todo. Aunque debo admitir que pensarlo diariamente me hace temblar,
es difícil verle el lado positivo a un suicidio cuando lo único que quieres es
otra oportunidad, pero la perdí, la perdí, la perdí y la volví a perder. Pero a
pesar del suplicio rutinario, tener un final escrito servirá para levantarme
cada día con ganas de llegar a él.
Macilento
es el aspecto que me muestra el espejo del baño cada vez
que me levanto a lavarme la
cara, para borrar esas legañas por llorar soñando, y lavarme las mejillas por
esas lágrimas que actúan como despertador cada mañana. Que vacío siento cuando
me miro, es como ver un horizonte con la neblina en tus narices. Ojeras
trapisondas y abigarradas combinan con mi aura avieso. Veo el desorden de la
casa, de la pieza, y atisbo mi voluntad derruida por ahí, no tengo ganas de levantarla
y limpiarla, por eso me echo nuevamente en la cama esperando el mensaje de
algún evasor de la realidad que me llame para ir a ocultarnos un rato de lo que
nos rodea por dentro.
Tropiezo con ropas y esqueletos
de lucasos, con recuerdos de días mejores, con esas firmas que dejaste en mi
lecho y esos garabatos que esbozaste en mi computador, nena, cada día es peor
que el anterior, la memoria selectiva es una asesina, creo que está cansada de
mí y solo quiere ver mi conclusión luego.
En el
calendario la reserva del patíbulo me motiva a compartir mis minutos finales,
solo por eso me visto y salgo, dejo que el sol se ría de mi y que el pavimento
me tenga lastima, solo por eso, solo por ese calendario burlesco que al igual
que todo lo que me escucha sollozar cada día y noche, en aquella habitación,
quieren que me despida de una vez por todas de esto a lo que llaman
irónicamente VIDA.
Era mejor antes, claro, siempre ha sido mejor antes, para
el campo y para el cielo, para el agua y para el suelo, para el animal y el
mineral, para el Dios que perdió su poder y para el Poder que perdió a su dios.
Aunque si me hubieran avisado
que este sería el epilogo de mi vida luego de postergar el otro, no hubiera
cambiado la decisión de aferrarme al amor, claro que si pudiera cambiar algo
sería mi espíritu con el que enfrente la relación, aquella que podría haber
sido la salvación que nunca busque pero que urgentemente necesitaba. No hay
día, de estos casi 60 que me quedan, que no lamente lo que provoqué. Como aquel
capitulo de Black Mirror, estoy en cerrado en una cárcel que es un bucle del
momento en el que te maté.
Te escribo a ti sabiendo que no
lo leerás nunca, pero quizás algún pájaro se pose en algunas de estas ramas y
luego te lo cuente y te diga por enésima vez lo mucho que te quise, y en esta
ocasión no proviniendo de mis poesías, canciones o mensajes, si no del relato
de un hombre muerto y arrepentido, en donde explica porque tiene tantas
intenciones de no estarlo.
Era mejor mi música cuando era dedicada a ti, era mejor
mi sonrisa cuando sabía que después de coquetearte podía mezclarse con la tuya,
era mejor salir a caminar cuando el final del camino eran tus brazos, era mejor
cuando no te aburría. Por eso cuando canto me duele hasta el tuétano, por eso
cuando sonrió estoy mintiendo y ocultando mi tristeza, por eso cuando camino no
quiero volver, por eso ahora que ya no existo para ti te diviertes como te lo
mereces.
Que soledad tan aplastante es esta, pueden haber decenas
de personas reunidas a mi alrededor, mucho licor en la mesa, mucha hierba en
las manos corriendo y corriendo, pero el vacío nada lo llena, no dejo de pensar
en la fecha, en ti, en lo que me ha llevado a esto, la vejación constante de mi
alma, en ti, en lo que me ha llevado a esto, en lo que ignora el resto y los
hace felices, en ti, en lo que llevara a esto, ¿en mi? Si pensara en mi
detendría la seudo fiesta, rompería una botella y me la clavaría en el cuello,
porque yo soy el culpable de esto, el culpable de matarlos a todos dentro mío y
dejarme solo.
No sabes cuanto te odio… me
digo amorosamente.
Sin duda era mejor antes cuando solo quería matar el
tiempo contigo, ahora él me mata y lo hace tan lento que me obligó a determinar
cuando y donde, el por qué es el que me apura.
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