domingo, 1 de abril de 2018

VENY DE LIRA – NO VELAS IV


Era mejor

Me das asco, tu expresión anodina me causa repulsión. Esos ojos vidriosos, tremando ante el exiguo reflejo de la esperanza, no me dan pena me dan rabia. Tus estulticias y aspavientos te trajeron hasta este momento ¿Qué esperas? ¡Hazlo! ¿Crees qué a alguien le importará? Quizás alguno de tus familiares te lloren unos días, te recuerden con nostalgia los siguientes, pero al pasar el tiempo serás solo un tropel de anécdotas, y para tus conocidos será menos que eso, digo conocidos y no amigos porque nunca lo demostraste como tal no sé si por miedo o por esa conflagración eterna que existe en tu cabeza que no te permite entregarte a las personas, salvo una que es la que te tiene aquí ahora frente mío musitando –quiero despertar-
Haz convertido este cadalso en una piscina, yo solo quiero ver tu piquero, ese que tanto haz publicitado a lo largo de estos años ¿Dónde está esa cerrazón? No me digas que te ha azorado lo que pueda pasar, o más bien lo que no ¿eh? ¿Temes no ser recordado? Ja, pero hombre debías haber pensado eso cuando tenías ganas de vivir y tenías tiempo de sobra, ahora estás demorándote más de lo debido, ya tengo hambre y quiero ir a cenar ¿No es eso? Entonces ¿qué? ¿Lo qué pasara después?  Créeme que cualquier cosa que pase después será peor que la que esté pasando ahora y lo que ha pasado últimamente ¿No? ¡Ya deja esos galimatías de lado! No quiero haberme emperifollado de puro gusto nuevamente, vuelve a tu estado impávido y sombrío que tanto nos relaja de una vez por favor. ¿No será que quieres despedirte de nuevo? Pff ya lo haz hecho lo suficiente como para que no te saluden ¿no es eso tampoco? ¡Entonces! ¡Hazlo! maldita sea, estas futesas no te conducen a nada, me impacientas. Esta desavenencia solo hará que tenga que encargarme yo mismo del asunto, para darle fin a este espectáculo vacuo, con presteza. La dama que me acompañará en mi velada se aburrirá de seguir esperando y el antojo de ñache comienza a desaparecer de mi estomago.
Mírame a los ojos, respira hondo y listo. Adiós amargura, chao dolor, hasta nunca recuerdos aciculares ¿No es eso lo que haz buscado tanto tiempo? Ese pequeño lapso, de casi 27000 horas, en el que sonreías tanto al parecer te alejo de mí más de lo que creía. Bueno, en todo caso eso no volverá a ocurrir así que deja de dudar tanto y termina luego con esto, no quiero ensuciarme pero me estás obligando a despojarme de mi ropa para ayudarte a disipar tus titubeos.

¿Sientes lo que escribes?
-         Si, mucho
¿Sientes lo que vives?
-         No, no lo escucho
¿Te pierdes con lo que sigues?
-         Si, no sé donde estoy
Entonces ¿Qué esperas?
-         ¡Que me dejes en paz! Aunque sea hoy

Este tipo de sueños se ha hecho recurrente desde que terminó invierno. Cada vez que despierto hay un cuchillo de filo ignominioso y brillo melifluo en el velador, velando por mis salados sueños, cual Ángel de la Guarda, inquieto, esperando sus vacaciones con ansiedad y cansancio. Me levanto a medias, agarro el cuchillo por el mango, lo estudio, le sonrío y le susurro ¿Es la hora? Su triste reflejo responde con un silencio interrumpido por el latir de un corazón delatado. Creo que debemos pactar un día para que acabe tu angustia, le digo imperturbado al reflejo que cada vez más expresa su pena en el grisáceo tono de su filo imperecedero. Creo que es hora de determinar lugar, hora y fecha del fin, para así poder tener tiempo en organizar mis cosas y despedirme de aquellos que se lo merezcan. Eso me ayudara a estar bien hasta que lleve a cabo mi último suspiro, le digo en el mismo tono, observo su reflejo en búsqueda de una respuesta y obtengo una sonrisa…Noviembre, debe ser en noviembre.



Casi 2 meses para disfrutar mis últimas drogas con este esqueleto, decirle adiós aquellos que han valido salir de mi pena, abrazar a mi madre, hermano y hermana, abrazar a mi abuela, tía y primas. Casi 2 meses para irme. Al parecer lo que más me podría retrasar será grabar mis últimas letras que he compuesto en este tiempo de tormentas, deberé depender del espacio de mi compañero, para poder ir a grabar a su casa y ordenar mis temas. Haber salido de la U ayudará en esto y sobre todo no seguir a mis padres en su emigración al campo, con eso la casa en la que vivía antes estará esperándome vacía y tendré un lugar en donde reposar sin afectar con la inmediatez de un adiós al que me vaya a extrañar, también haber llegado acá, donde Nicolás, será de gran ayuda para prepararlo todo. Aunque debo admitir que pensarlo diariamente me hace temblar, es difícil verle el lado positivo a un suicidio cuando lo único que quieres es otra oportunidad, pero la perdí, la perdí, la perdí y la volví a perder. Pero a pesar del suplicio rutinario, tener un final escrito servirá para levantarme cada día con ganas de llegar a él.


Macilento es el aspecto que me muestra el espejo del baño cada vez
que me levanto a lavarme la cara, para borrar esas legañas por llorar soñando, y lavarme las mejillas por esas lágrimas que actúan como despertador cada mañana. Que vacío siento cuando me miro, es como ver un horizonte con la neblina en tus narices. Ojeras trapisondas y abigarradas combinan con mi aura avieso. Veo el desorden de la casa, de la pieza, y atisbo mi voluntad derruida por ahí, no tengo ganas de levantarla y limpiarla, por eso me echo nuevamente en la cama esperando el mensaje de algún evasor de la realidad que me llame para ir a ocultarnos un rato de lo que nos rodea por dentro.
Tropiezo con ropas y esqueletos de lucasos, con recuerdos de días mejores, con esas firmas que dejaste en mi lecho y esos garabatos que esbozaste en mi computador, nena, cada día es peor que el anterior, la memoria selectiva es una asesina, creo que está cansada de mí y solo quiere ver mi conclusión luego.
En el calendario la reserva del patíbulo me motiva a compartir mis minutos finales, solo por eso me visto y salgo, dejo que el sol se ría de mi y que el pavimento me tenga lastima, solo por eso, solo por ese calendario burlesco que al igual que todo lo que me escucha sollozar cada día y noche, en aquella habitación, quieren que me despida de una vez por todas de esto a lo que llaman irónicamente VIDA.

            Era mejor antes, claro, siempre ha sido mejor antes, para el campo y para el cielo, para el agua y para el suelo, para el animal y el mineral, para el Dios que perdió su poder y para el Poder que perdió a su dios.
Aunque si me hubieran avisado que este sería el epilogo de mi vida luego de postergar el otro, no hubiera cambiado la decisión de aferrarme al amor, claro que si pudiera cambiar algo sería mi espíritu con el que enfrente la relación, aquella que podría haber sido la salvación que nunca busque pero que urgentemente necesitaba. No hay día, de estos casi 60 que me quedan, que no lamente lo que provoqué. Como aquel capitulo de Black Mirror, estoy en cerrado en una cárcel que es un bucle del momento en el que te maté.
Te escribo a ti sabiendo que no lo leerás nunca, pero quizás algún pájaro se pose en algunas de estas ramas y luego te lo cuente y te diga por enésima vez lo mucho que te quise, y en esta ocasión no proviniendo de mis poesías, canciones o mensajes, si no del relato de un hombre muerto y arrepentido, en donde explica porque tiene tantas intenciones de no estarlo.

            Era mejor mi música cuando era dedicada a ti, era mejor mi sonrisa cuando sabía que después de coquetearte podía mezclarse con la tuya, era mejor salir a caminar cuando el final del camino eran tus brazos, era mejor cuando no te aburría. Por eso cuando canto me duele hasta el tuétano, por eso cuando sonrió estoy mintiendo y ocultando mi tristeza, por eso cuando camino no quiero volver, por eso ahora que ya no existo para ti te diviertes como te lo mereces.

            Que soledad tan aplastante es esta, pueden haber decenas de personas reunidas a mi alrededor, mucho licor en la mesa, mucha hierba en las manos corriendo y corriendo, pero el vacío nada lo llena, no dejo de pensar en la fecha, en ti, en lo que me ha llevado a esto, la vejación constante de mi alma, en ti, en lo que me ha llevado a esto, en lo que ignora el resto y los hace felices, en ti, en lo que llevara a esto, ¿en mi? Si pensara en mi detendría la seudo fiesta, rompería una botella y me la clavaría en el cuello, porque yo soy el culpable de esto, el culpable de matarlos a todos dentro mío y dejarme solo.
No sabes cuanto te odio… me digo amorosamente.


            Sin duda era mejor antes cuando solo quería matar el tiempo contigo, ahora él me mata y lo hace tan lento que me obligó a determinar cuando y donde, el por qué es el que me apura. 

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